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CARRUSEL: Somos muy desobligados, pero buenos para culpar al gobierno

Opodepe: Todo el pueblo, en cuarentena
La alcaldesa de Opodepe, Paola López Fernández, dijo hace unos días una penosa verdad de a kilo, a propósito del coronavirus que trae a medio mundo con los pelos de punta:

“Somos muy desobligados, creemos que las cosas no nos van a pasar a nosotros y ya ves: aquí estamos viviéndolo en carne propia”.
Lamentablemente, la Presidenta no está hablando al tanteo, porque a su bonito y tranquilo municipio serrano, -con poco más de dos mil habitantes-, le cayó la moderna peste como maldición: ya se dio primer caso positivo del mal y precisamente en la persona ¡del único abarrotero del pueblo!

Ellos sospechan que el contagio les llegó por medio de un visitante de Estados Unidos. Originario o turista es lo de menos, porque a veces ambos casos son lo mismo, pues muchos de sus habitantes han tenido que irse a trabajar “al otro lado” y vuelven a visitar a sus familiares en periodos de asueto como la Semana Santa.

El asunto se complicó más aún porque el médico que atendió al concesionario de la tienda Diconsa también se tuvo que poner en cuarentena por el riesgo de haber sido contagiado, dejando sin atención no sólo a la cabecera municipal, sino a las comunidades rurales.

Paola López: En carne propia
Triste panorama para Opodepe: el único abarrotero y el único médico, fuera de circulación.

Por eso, gente originaria de Opodepe está organizándose en Hermosillo y otras ciudades para enviarles víveres y otros suministros básicos, porque con esos truenos y aún si se abriera, nadie en su sano juicio tomaría nada de la tienda Diconsa del pueblo, por el temor de que los productos estén contaminados.

El saldo es triste: la alcaldesa tuvo que poner en cuarentena a todo el pueblo, y con pena y todo ordenó cerrar el acceso hasta para quienes tienen parientes en él.

Cuando al inicio de la pandemia varios alcaldes impusieron incluso toque de queda, no faltó quien los tachara de exagerados y alarmistas, pero el triste y extremo caso de Opodepe suena como campanazo dándoles la razón.

Acá en el sur, las palabras de la alcaldesa López Fernández cobran preocupante vigencia cuando uno ve el desparpajo con el cual los mayos siguieron con sus rituales de Semana Santa y la gente haciendo bola, como si fueran de fierro ante la pandemia que este viernes ya elevó sus números a 55 casos confirmados en Sonora (Hermosillo tiene el máximo con 19), con 8 muertes, de ellas 5 mujeres y 3 hombres.

De esos casos, en la región hay 7 en Cajeme, siete más en Huatabampo y 3 en Navojoa, con todo y que la alcaldesa Chayito Quintero divulga en redes que gracias a sus férreas medidas ya detuvo la pandemia.

A ver si no se la llevan a México a explicar cómo le hizo, cuando ni siquiera pudo convencer a los fariseos de cancelar sus rituales callejeros, con parvadas de chamacos y adultos correteándolos como si éstos fueran tiempos de pachanga y de tronar cuetes.

“El Chavalo”: Endureció medidas
El que agarró al vuelo el lamentable caso de Opodepe es el alcalde de Huatabampo, Ramón Díaz Nieblas, que acaba de dictar una serie de rigurosas medidas a ver si puede meter al orden a quienes siguen tomando el problema a chunga.

Son duras, pero necesarias para evitar males mayores:

Se prohíbe el acceso a quienes no sean residentes y no demuestren su residencia; se prohíben las visitas a familiares por personas ajenas al municipio; todas las playas se encuentran totalmente cerradas y de las nueve de la noche a las 5 de la mañana se restringe la movilidad de personas en el municipio, bajo pena de multa y arresto hasta por 36 horas.

No usó las mismas palabras de la alcaldesa de Opodepe, pero Díaz Nieblas fundamentó la necesidad de imponer las medidas con el mismo argumento: hay muchos irresponsables que no han acatado ninguna de las medidas de cuidado previamente decretadas.

¿Qué parte de “quédate en tu casa” no entenderán aquellos que hasta siguen haciendo jolgorios caseros con cheve y música? ¿O los que insisten queriendo agarrar carretera rumbo a las playas o los pueblos de la sierra?

Allá en Hermosillo, la alcaldesa Célida López también tuvo que ponerse fuerte, no sólo cerrando las playas, sino también las salidas de la ciudad con policías que primero sugerían a los automovilistas regresar a las casas, pero ahora se lo están ordenando a los necios que creen estar de vacaciones.

Dice el dicho que nadie escarmienta en cabeza ajena, y en situaciones como ésta muchos siguen incrédulos pensando que el gobierno miente o exagera. Por desgracia, seguramente no lo creerán hasta que caiga un familiar, un vecino o un amigo.

Acá en Huatabampo ya ocurrió el primer deceso, la primera tragedia para una familia.

Cuánta razón tiene la alcaldesa de Opodepe: “Somos muy desobligados; creemos que las cosas no nos van a pasar a nosotros….”

Pero eso sí: qué buenos somos los mexicanos para culpar después a las autoridades, de lo que nosotros mismos provocamos.

NOTICIAS DEL LADO OSCURO


López Obrador: Demagogos y mentirosos
Candil de la calle.- No puede ser calificado de otra forma el presidente López Obrador, cuando aquí los médicos y las enfermeras mexicanas están batallando con el coronavirus prácticamente sin equipo protector y sin capacitación previa, mientras él se para el cuello anunciando que llegaron desde “el país hermano” de Cuba 10 especialistas para salvar a México, como si la isla estuviera a salvo del mal. Es una verdadera vergüenza, pero está visto que el señor no la conoció ni por encimita, como dicen en los pueblos.

Para dar miedo.- Así están las cosas en el IMSS, que oficialmente reporta 89 médicos infectados de coronavirus y 5 muertos entre sus filas. Mientras, la UNAM y las demás universidades del país retiraron de los hospitales públicos a sus médicos residentes, porque los ya titulados los echaron por enfrente a tratar casos sospechosos de coronavirus, sin equipo necesario y sin adiestramiento. Para protegerlos, nada más la Unison retiró a 120 de sus estudiantes de medicina, pero eso sí: López Obrador y su vocero Hugo López Gatell insisten en que se están partiendo el alma para vencer la pandemia. ¿Cómo creerle al par de demagogos y mentirosos, pues?

Buen ejemplo
.- Ya se sabe que los abogados no gozan precisamente de buena fama, pero en Hermosillo están dando buen ejemplo. Resulta que miembros de la Barra Sonorense de Abogados decidieron organizarse para la compra de productos desinfectantes y para conseguir vehículos, poniéndolos a disposición del Ayuntamiento para sanitizar el centro comercial. La intención, según su presidente Héctor Contreras Pérez, es extender después la fumigación hacia las colonias, en la medida de lo posible. Buena iniciativa y buen granito de arena en tiempos difíciles, sin duda.

Victor Fausto Silva Duran
periodismocomoes@gmail.com

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