CARRUSEL: Con todo y coronavirus, sigue el bailongo de Chayito en Navojoa
La alcaldesa: Patina donde mismo
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Pero no, el desorden interno en su gabinete no puede encerrarse entre cuatro paredes cuando le truena el escándalo de que uno de sus directores fue prácticamente sacado a patadas de su oficina.
Federico Solorio: Salió a patadas
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En realidad el asunto de la pandemia fue la cereza del pastel, porque a su accidentado arribo al cargo como relevista, Solorio sumó pronto roces con el personal por diversos motivos, hasta culminar con el despido ordenado por la alcaldesa, que lo prefirió por encima de cualquier mérito de Solorio con tal de abonar deudas con el dirigente sindical Ramón René García Vallejo.
Ramón René García: Cobró factura
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Hospedaje, esquiroleo, galletitas y café resultaron reconfortantes para Chayito…pero fatales para Solorio Valenzuela, que nunca calibró el tamaño de los favores recibidos por su jefa y por ende tampoco le midió el agua a los camotes, hasta que le dejaron impresa la patada en salva sea la parte.
Así que en un tronar de dedos de la iracunda dama, Solorio pasó a engrosar la larga lista de quienes aceptaron sumarse al equipo de la maestra ingiriendo las generosas dosis de verborrea que tanto le gusta soltar a la hora de engañar gente asegurándoles que llegaron “para hacer historia”.
Y para ser justos, estimado lector, sí la están haciendo, sólo que al revés, porque en Navojoa no se recuerda a una administración municipal con tantos zafarranchos y tantos tumbos como la actual.
¿Cómo pensar que un gobierno será capaz de responder a las necesidades ciudadanas, cuando ha sido incapaz de ofrecer siquiera unidad interna y eficiencia para sacar adelante el paquete encomendado?
¿Cómo, si la integración del gabinete ha sido un constante bailoteo en el cual los titulares –salvo 2-3 testaferros favoritos de la señora- no saben cómo amanecerá de talante la alcaldesa y si de la noche a la mañana les pedirán la bola?
En ese desfile, muchos de ellos ni siquiera alcanzaron a calentar la silla. Vea usted el bailongo:
En año y medio, doña Chayo ha tenido dos titulares de Servicios Públicos: Próspero Valenzuela Muñer (que salió despotricando por falta de apoyo), ahora Federico Solorio y los que sigan, y también dos en Infraestructura Urbana: Carlos Morales Soto, que se fue muy espichadito dejando las calles despedazadas, y el actual, Luis Alejandro Quiroz Agüero.
En la Dirección de Comunicación Social debutó con el de afrancesado nombre, Egrén Pierre –con más buenas intenciones que conocimientos sobre el campo-, a quien todavía a estas alturas releva Nazario Medina, un experto en el doble macaneo: cobra como funcionario público y vía convenio también lo hace como dueño de un medio periodístico. Doble honestidad, pues.
Pero donde llevan el récord es en el Organismo Operador del Agua, donde ya desfilaron como directores generales Gabriel Ramos Leal y el ingeniero Rigoberto Jiménez Ochoa. Actualmente ocupa el cargo el ingeniero José Gilberto Reyes Aldama, a quien le auguran que hará huesos viejos porque a diferencia de sus antecesores, prefirió nadar de muertito sin hacer olas en medio de tanto mugrero como el que ha aflorado en dicha paramunicipal.
Precisamente por ese mugrero y las acusaciones de descarado manoteo y negocios con proveedores se ha dado también un desfile de directores administrativos. Empezó José Velasco y le siguieron León Isaac Mora, Luis Arturo Muñoz (infartado a raíz de infame despido, previa amenaza de meterlo al bote) y el actual, Mario Glen Soto Zazueta.
A como se ha venido dando las cosas en Oopamapasn, hay quienes cruzan apuestas sobre cuánto durará Soto Zazueta en el cargo, pero sinceramente no hay necesidad de eso, pues durará lo que quiera, mientras se pliegue a las órdenes de quien realmente manda ahí: Irving Escoboza Quintero, y mientras siga sacando sin chistar los cheques a los proveedores “divinos” que le indique el hijo incómodo de la alcaldesa. Tan sencillo como eso, que no supieron o no quisieron acatar sus antecesores.
El frente de batalla en que se convirtió esa paramunicipal este trienio terminó rebotando también en el sindicato: primero cayó la dictatorial Carmina Olmos y luego su relevo, Orlando “Polito” Lara, de plano tuvo que desaparecer del escenario, porque le levantó feo las faldillas a la señora y su familia en cuanto a la corrupción imperante y se enojaron ciertas “amistades” no precisamente de sociedades altruistas.
Lo de la Secretaría del Ayuntamiento era en todo caso y por salud de la propia alcaldesa, un relevo inaplazable. Por eso hizo el enroque: sacó de ahí al infumable poeta Jesús Guadalupe Morales, pero se lo llevó como Jefe de Oficina de la Presidencia, para que desde ahí mangonee como marioneta a su sucesor Francisco Rodríguez Varela.
El escribano: Según él, aceita maquinaria
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Otro ramalazo le tocó incluso al Instituto Municipal de Planeación (Implam), donde la arquitecta Marianela Bartolini Abreu fue relevada por el único delito de caerle gorda a la alcaldesa. De ese pelo las fobias y las filias este trienio.
Sin embargo, el problema para Chayito Quintero no está en que mueva piezas para quedar donde mismo, sino precisamente en eso: sigue estancada y patinando donde mismo porque no resuelve nada de fondo.
A estas alturas, por ejemplo, y cuando por ley tiene pendiente someter ante Cabildo la cuenta pública del 2019 y la cuenta del primer trimestre del 2020, la señora tiene detenido el funcionamiento del cuerpo colegiado, supuestamente por el coronavirus, pero en realidad es ooootra de sus mañosas jugadas: el Secretario de Programación del Gasto, Mario Alberto Duarte Mexía, anda a todo lo que da tratando de hacer cuadrar los números.
El siguiente paso es el mismo que la señora tiene bien ensayado: el del madruguete.
De la noche a la mañana y con el tiempo encima presentará las cuentas que quiera y como quiera, y con el pretexto de evitar sanciones del Congreso del Estado se brincará el dictamen de la Comisión de Hacienda, calificará el asunto como “de obvia y urgente resolución” y se irá de nuevo al pleno, donde sus paleros de Morena le palomearán lo que les ponga sobre la mesa.
Nada nuevo bajo el sol, pues, en el estilo marrullero de gobernar.
Así que, con todo y coronavirus, sigue el bailongo en el ayuntamiento de Navojoa.
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