Alcalde Ramón Díaz entrega reconocimientos a huatabampenses distinguidos dentro de los festejos del 145 aniversario de Huatabampo

Huatabampo, Sonora.- Para nosotros es muy grato reconocer en esta noche a huatabampenses destacados, que han trascendido a través de los años, esto por su esfuerzo y dedicación en la actividad que desempeñan, poniendo muy en alto el nombre del municipio.

Así lo mencionó el presidente municipal, Ramón Díaz Nieblas, al realizar homenaje la trayectoria de 6 huatabampenses que con su vida y sus actividades diarias han contribuido con la historia reciente de nuestro Huatabampo.

Esto durante la clausura de las acciones realizadas por el 145 aniversario de Huatabampo, que en el año 1927 se le concedió el título de ciudad cuando Fausto Topete era gobernador de Sonora, comenzando así el auge económico y poblacional.

Reconociendo a César Larrinaga Gastelum, por sus destacadas acciones emprendedoras en el desarrollo social y productivo; Ricardo Terrazas Duarte, por su laboriosa dedicación y entrega al servicio de la feligresía de la parroquia Cristo Rey.

Pedro Pacheco Moreno, por su destacada labor cotidiana como comunicador, llevando siempre la noticia puntual y oportuna de una manera agradable obteniendo el aprecio y cariño de sus radioescuchas; Emilia Buitimea Yocupicio, por su acción defensora y precursora de la cultura en sus producciones literarias de la lengua materna en la región del mayo.

Francisco De Borja Neyoy Soto, por su destacada participación en el ámbito musical, creador del grupo norteño “Los Pikaros del Norte”, que han rebasado fronteras y se han mantenido por décadas en el gusto de sus seguidores, por ultimo a Ildefonso Morales Armenta, por su notoria labor en la docencia y la investigación histórica, lo cual lo acredita como cronista de la ciudad de Huatabampo.

Esto dentro de un marco engalanado por la tradición Noche Mágica Cultural Yoreme que en la participación se tuvo canto y música Yoreme, danzas del pascola y venado, acompañados por músicos tradicionales, poemas, y no podía faltar el atole de pinole y el conocido pan de mujer o de vieja.