Toca y canta Miguel para aliviar su tristeza por la muerte de su esposa

HERMOSILLO, Sonora a 21 de noviembre.- La vida lo puso de rodillas cuando hace tres meses murió su amada, con quien tenía 48 años de casado, pero Miguel Ángel Murrieta tomó su acordeón y salió a las calles a tocar y cantar para vencer su depresión.

Por los cruceros y taquerías de Navojoa el hombre de 72 años de edad trata de ponerle buena cara a la vida y se aferra a la música para superar el trauma de la muerte de su esposa.

"Vengo a cantar para distraerme, para pasearme y superar un poco el trauma de la muerte de mi esposa", dijo, "yo soy jubilado, pero la vida tiene que seguir".

En repetidas ocasiones toca una canción llamada "El Ausente", la cual le recuerda cuando conoció a quien fue su compañera de vida durante 48 años y con quien formó una familia.

"Yo soy de Navojoa, pero me fui a trabajar a Sahuaripa y ahí la conocí, estaba pegando mucho esta canción", recordó mientras la ejecutaba en su acordeón.

Con alegría y humor añoró los días en que visitaba a su amada, pero a la vez lidiaba con el fuerte carácter de su suegro.

"Mi suegro la hacía de sácale ‘punta’ (gruñón) allá en Sahuaripa, pero yo llevaba un traguito de Bacanora para que me diera permiso de visitar a su hija", narró, "salíamos a la calle y mi novia me decía: ‘ya tosió mi apá’ y yo pegaba un brinco para irme".

La vida sigue y hay que hacerle frente con una sonrisa, añadió, y con esa filosofía pone una pizca de humor a sus presentaciones, pues con su boca hace ruidos de animales lo que causa las carcajadas de su público.

"Cuando en las madrugadas me levantaba al baño allá en Sahuaripa ladraban los perros y cantaban los gallos y me aprendí sus sonidos", subrayó.

Aunque lo hace por distraerse, Miguel pone a disposición el teléfono de casa para contrataciones: 6424226765.