Carrusel: Piden justicia al Presidente del Distrito de Riego del Río Yaqui
Piden justicia al Presidente del Distrito de Riego del Río Yaqui |
El meollo del asunto es que el denunciante, Luis Fernando Valenzuela Jiménez, pequeño ganadero de San Ignacio Río Muerto, terminó resintiendo la pérdida por atropellamiento de un toro, semental de la raza Simintal Del Registro, con un valor estimado entre los 50 y 60 mil pesos.
Del caso se enterará usted a detalle en la carta que abajo transcribimos íntegra, entregada en las oficinas de Anzaldo Olea el pasado 2 de Octubre, sin más reacción hasta el momento que la firma de recibido por parte de su secretaria. Desde entonces no ha habido ningún atisbo de respuesta.
Alguien simplemente le dijo al afectado y a varios familiares que lo acompañaron, que estaban enterados del caso y lo estaban viendo con su aseguradora, sin mayores detalles… y mucho menos resultados.
Una persona que se presentaba simplemente como licenciado Olivas y como representante legal del Distrito de Riego -al que se alude en la carta-, hace mucho tiempo que dejó de contestar las llamadas, lo que naturalmente mantiene al afectado inmerso en una sensación de coraje, impotencia e indefensión.
Por eso, ante la imposibilidad de localizar personalmente al ingeniero Anzaldo y apelando a su calidad humana y a su dignidad como Presidente del Distrito de Riego, el afectado nos remite el siguiente documento, que transcribimos íntegro:
El toro valdría entre 50 y 60 mil pesos
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Presidente del Distrito de Riego Del Río Yaqui, S. de R.L. de I.P. y C.V.
Presente:
Mi nombre es Luis Fernando Valenzuela Jiménez, y acudo a este medio para saludarlo y a la vez solicitar su intervención con el fin de resolver los problemas y daño patrimonial ocasionados a la familia Valenzuela Molina, de San Ignacio Rio Muerto, en las circunstancias que aquí describo:
El 15 de Agosto de 2019, el chofer Nahúm Cañedo, operador de la unidad de volteo de la Marca FREIGHTLINER, color blanco, con placas de circulación BC-09498, del estado de Sonora, y número económico SC-72, con rótulos a nombre del Distrito de Riego del Rio Yaqui, embistió con la unidad a un toro de mi propiedad, dejándolo gravemente lesionado.
Esto ocurrió mientras el toro se resguardaba bajo una ceiba que se localiza en el Block 731, lote 20, entre las calles 29 y 7, del ejido Chumampaco, en el Municipio de San Ignacio Rio Muerto, donde este chofer y otros trabajadores pararon a comer a la sombra de ese mismo árbol.
El animal atropellado era un semental de la raza Simintal Del Registro, el cual en el momento de que le pasó por encima el vehículo ya descrito, que tripulaba el señor Nahúm Cañedo, sufrió lesiones muy serias en la región de la tráquea, de las cuales tengo evidencias fotográficas. Murió una semana después.
Desde el mismo día del incidente, el licenciado Olivas, quien se presentó como representante legal del Distrito de Riego del Río Yaqui, fue informado de la situación y vía telefónica mantuvo comunicación conmigo y varios miembros de mi familia
En esas llamadas siempre manifestó total disposición de llegar a un acuerdo para la reparación del daño patrimonial que resultó de las heridas al toro de mi propiedad y de los gastos en que incurrí en mi intento de que sobreviviera.
Hasta hoy, 02 de Octubre de 2019, esa disposición quedó solo en palabras.
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Apelamos a su calidad humana, y a la dignidad que le confiere su carácter de servidor público, para que responda favorablemente a nuestra justa petición.
ATENTAMENTE
Luis Fernando Valenzuela Jiménez
San Ignacio Rio Muerto, Sonora, dos de octubre de 2019.
Hasta aquí el documento-denuncia. Y nos preguntamos, ¿Acaso será muy gravoso para el Distrito de Riego del Rio Yaqui indemnizar al afectado, que además ha venido tocando puertas en busca de una salida educada y no judicial, como lo revela el tono comedido y correcto de su carta dirigida al ingeniero Jesús Miguel Anzaldo Olea?
No creemos que sea así, ni que el afectado merezca el trato que ha venido recibiendo, de largas y excusas, mucho menos que irresponsablemente jueguen a las escondidas con él directivos que por su supuesta probidad y seriedad ostentan cargos en dicho organismo.
Veremos qué tan serio y cabal es el ingeniero Anzaldo Olea.
Estaremos pendientes del asunto, porque hasta la fecha pinta como un real abuso.
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