Tras ser mutilado por 'La Bestia', migrante se recupera
Saltillo, Coahuila a 02 de Agosto.-
José Santos Hernández, migrante hondureño de 23 años de edad, permanece internado y se encuentra en recuperación luego de que el pasado 27 de julio al tratar de subir al tren, conocido como “La Bestia”,cayera accidentalmente junto con su hijo de tres años de edad, en Frontera, Coahuila.
El accidente provocó una herida de seriedad en unos de los pies del indocumentado por lo que fue trasladado al hospital general de Monclova,donde fue intervenido quirúrgicamente de emergencia debido a las lesiones que presentaba específicamente en el talón del pie izquierdo.
La historia de este padre de familia comenzó cuando salió de su país acompañado de su pequeño hijo José Byron, de tres años de edad, quien siempre lo acompaña y en esta travesía no fue la excepción.
La “muela” del ferrocarril le cercenó el pie izquierdo, por lo que fue necesario amputarle su extremidad.
Los hechos se registraron el pasado 27 de julio a las 07:00 horas, cuando se recibió el reporte de que el hombre se encontraba lesionado y junto a él, el menor.
Ambos migrantes salieron de Honduras el 4 de junio con la esperanza de un mejor futuro; con solo tres mil lempiras, decidieron jugarse el traslado, en los próximos días recibiría la cantidad que le cobraría el “pollero” para cruzarlo a Estados Unidos.
Al caer del tren el padre de familia, jamás soltó al menor de los brazos, en todo momento lo protegió, por fortuna el niño solo resultó con algunos golpes leves.
“Uno nunca sabe lo que va pasar, lo hecho, ya está hecho y no hay que renegar, si reniega uno peor le va, Dios sabe por qué me pasó esto y le agradezco que no le haya pasado nada a mi hijo” dice con la voz cortada, José Santos.
El hombre, tenía la esperanza de llegar a Piedras Negras, le faltaban tan solo tres horas de llegar a la frontera con Estados Unidos, cuando sobrevino el accidente y es que descendió del ferrocarril pensando que el municipio de Frontera, eran los límites con la Unión Americana.
En Honduras se quedó su esposa Cecilia Villena de 20 años, con otro de sus hijos de siete meses de edad, la pobreza que enfrentaban los obligó a separarse y buscar mejores opciones para sus dos hijos.
El accidente provocó una herida de seriedad en unos de los pies del indocumentado por lo que fue trasladado al hospital general de Monclova,donde fue intervenido quirúrgicamente de emergencia debido a las lesiones que presentaba específicamente en el talón del pie izquierdo.
La historia de este padre de familia comenzó cuando salió de su país acompañado de su pequeño hijo José Byron, de tres años de edad, quien siempre lo acompaña y en esta travesía no fue la excepción.
La “muela” del ferrocarril le cercenó el pie izquierdo, por lo que fue necesario amputarle su extremidad.
Los hechos se registraron el pasado 27 de julio a las 07:00 horas, cuando se recibió el reporte de que el hombre se encontraba lesionado y junto a él, el menor.
Ambos migrantes salieron de Honduras el 4 de junio con la esperanza de un mejor futuro; con solo tres mil lempiras, decidieron jugarse el traslado, en los próximos días recibiría la cantidad que le cobraría el “pollero” para cruzarlo a Estados Unidos.
Al caer del tren el padre de familia, jamás soltó al menor de los brazos, en todo momento lo protegió, por fortuna el niño solo resultó con algunos golpes leves.
“Uno nunca sabe lo que va pasar, lo hecho, ya está hecho y no hay que renegar, si reniega uno peor le va, Dios sabe por qué me pasó esto y le agradezco que no le haya pasado nada a mi hijo” dice con la voz cortada, José Santos.
El hombre, tenía la esperanza de llegar a Piedras Negras, le faltaban tan solo tres horas de llegar a la frontera con Estados Unidos, cuando sobrevino el accidente y es que descendió del ferrocarril pensando que el municipio de Frontera, eran los límites con la Unión Americana.
En Honduras se quedó su esposa Cecilia Villena de 20 años, con otro de sus hijos de siete meses de edad, la pobreza que enfrentaban los obligó a separarse y buscar mejores opciones para sus dos hijos.
“Gracias a Dios mi hijo está bien, y venía alegre, está acostumbrado a andar conmigo, sí se asustó cuando me accidenté porque yo pedía auxilio gritando y empezó a llorar, hasta que se quedó dormido en mi brazo, luego llegó alguien y me lo quitó yo ya tenía el brazo dormido”.
El pequeño José Byron, se encuentra en casa cuna, bajo la custodia de PRONNIF, mientras su papá permanece hospitalizado.
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