La pitaya en riesgo por deforestación y explotación del suelo
Navojoa, Sonora a 29 de Julio.-
Habitantes de la comunidad de Masiaca y sus alrededores han visto cómo disminuye la planta que da la pitahaya, víctima de la deforestación y la explotación del suelo, tendencia que de seguir podría provocar la desaparición del fruto en la localidad en unos diez años, manifestó Raymundo Flores Félix.
"Si esto sigue así, nuestros hijos o nuestros nietos sólo conocerán la pitahaya por fotografías o viajando a otro lugar, siendo que aquí en nuestra región este fruto es endémico", apuntó el representante de Apicultores de la región Fuerte Mayo.
Lamentó que por la deforestación, sólo el año pasado, se perdieron 500 hectáreas de pitahayal y en lo que va de 2019 se quemaron 100 hectáreas de esta cactácea.
"Calculo que en diez años y si la tendencia es la misma, estos montes los encontrarán áridos", alertó, "los montes es una maravilla que la naturaleza nos ha regalado pero que nosotros no hemos cuidado".
Añadió que en los márgenes de Masiaca y Las Bocas quedan unas 3 mil hectáreas de pitahaya, cantidad que de no tomar acciones para protegerla podrían también desaparecer.
"Es una planta que crece con las lluvias pero crece muy lento y para tener un bosque tan abundante tienen que pasar muchos años y los tiempos ya no son los mismos, por el mismo calentamiento global ya no llueve igual", abundó.
"Si esto sigue así, nuestros hijos o nuestros nietos sólo conocerán la pitahaya por fotografías o viajando a otro lugar, siendo que aquí en nuestra región este fruto es endémico", apuntó el representante de Apicultores de la región Fuerte Mayo.
Lamentó que por la deforestación, sólo el año pasado, se perdieron 500 hectáreas de pitahayal y en lo que va de 2019 se quemaron 100 hectáreas de esta cactácea.
"Calculo que en diez años y si la tendencia es la misma, estos montes los encontrarán áridos", alertó, "los montes es una maravilla que la naturaleza nos ha regalado pero que nosotros no hemos cuidado".
Añadió que en los márgenes de Masiaca y Las Bocas quedan unas 3 mil hectáreas de pitahaya, cantidad que de no tomar acciones para protegerla podrían también desaparecer.
"Es una planta que crece con las lluvias pero crece muy lento y para tener un bosque tan abundante tienen que pasar muchos años y los tiempos ya no son los mismos, por el mismo calentamiento global ya no llueve igual", abundó.
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