CARRUSEL Urzúa evidencia que en la 4T andan agarrados de las greñas
Carlos Urzúa (con AMLO): golpazo internacional
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Urzúa evidencia que en la 4T
andan agarrados de las greñas
Pues no, ya no: aunque él tenga “otros datos”, y aunque se cierre en que vamos “requetebién”, el presidente López Obrador no puede tapar el sol con un dedo.
Ya no es por la confusión y los malabares que se cargan con las delegaciones estatales, donde contratan gente para luego despedirla. En la mera cúpula de su gobierno traen un desgarriate de todos contra todos, que exhibió en toda su dimensión la renuncia del secretario de Hacienda, Carlos Urzúa.
Germán Martínez Cázares: se quedó chiquito
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Si en su momento los defensores de oficio quisieron minimizar la salida de Germán Martínez Cázares del IMSS, crucificándolo como panista incapaz de encajar en la Cuarta Transformación, no se ve ahora cómo puedan hacerlo con la salida de Urzúa, que le tiró el arpa ¡via Twitter! al Presidente casi bajo los mismos argumentos de aquél.
El lenguaje de despedida usado por Urzúa fue rudo, ríspido, lo que evidencia el peso de su malestar. El propio conducto utilizado para anunciar su retiro habla de que ya lo tenían hasta el copete, porque ni siquiera cuidó la forma de hacerlo de manera que no provocara el sismo que generó en los mercados, poniendo a temblar al peso y a la Bolsa de Valores, y ni qué decir de la confianza de los inversionistas.
El golpe fue directo al Presidente, porque es el único que manda. Urzúa reveló fallas gravísimas:
“Discrepancias en materia económica hubo muchas. Algunas de ellas porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy convencido de que toda la política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos es esta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones no encontraron eco.
Aunado a ello, me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”, dijo Urzúa.
No es cualquier cosa que el encargado de las finanzas de un país deje el cargo haciendo esas acusaciones, porque con su rango en la nomenclatura gubernamental, la pedrada sólo puede ir dirigida a la cabeza máxima del equipo. Prácticamente acusa a López Obrador de tomar decisiones sobre las rodillas, de ejercer un poder extremista, de padecer sordera y encima, de imponer en áreas tan sensibles a funcionarios ignorantes -si no es que ineptos, que para el caso es lo mismo- “que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública”.
¿Cómo creer entonces que el país va “requetebien”, cuando un funcionario de su jerarquía se va denunciando situaciones tan graves?
Fiel a su estilo, y cuando ya los mercados bailoteaban feo por el boquete en el caso del barco, el Presidente buscó matizar la renuncia:
“Lo respeto. No está conforme con las decisiones que estamos tomando y nosotros tenemos el compromiso de cambiar la política económica que se venía imponiendo desde hace 36 años. Como es un cambio, una transformación, a veces no se entiende que no podemos seguir con las mismas estrategias. No se puede poner vino nuevo en botellas viejas. Es cambio, transformación, no simulación, no es más de lo mismo”, dijo.
Tildándolo de inmaduro, de cerrado y de tonto, López Obrador quiso escurrir el bulto ante las severas acusaciones de Urzúa, porque no abordó los argumentos centrales del texto de renuncia.
Sin embargo, es difícil creer que Urzúa haya sido cualquiera de las tres cosas, como es difícil creer que sorprendió al Presidente porque éste no le conocía sus virtudes y sus defectos, cuando ya habían trabajado juntos.
Urzúa fue su Secretario de Finanzas cuando López Obrador gobernaba el entones Distrito Federal, sólo que entonces le aguantó más: tres años. El 2003, dejó el cargo para desempeñarse como director de la Escuela de Graduados en Administración Pública del Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México.
El 14 de julio de 2003, durante su segundo informe trimestral, el entonces jefe de gobierno le dijo adiós con una frase cálida: “lo vamos a extrañar ahora que ha decidido regresar a la vida académica”.
Dieciséis años después, Carlos Urzúa volvió a trabajar para López Obrador…y le volvió a renunciar, sólo que ahora apenas le aguantó 7 meses. ¿Qué circunstancias cambiaron en su trato personal para que se diera un rompimiento de este calibre? Sólo ellos lo saben, pero si su salida se suma a las que se registraron previamente en el gabinete, queda a la vista que dentro de éste andan de las greñas.
En ese escenario, la carta-renuncia de Germán Martínez Cázares –en la que le arremetió contra Urzúa y su gente de Hacienda-, se quedó chiquita.
Por lo que evidencia en su texto de salida, Urzúa se fue decepcionado, dolido y enrabiado, a tal grado que ni siquiera le renunció en un encuentro privado que quizá podría haber servido para limar asperezas, aclarar situaciones o incluso reconsiderar su renuncia.
No: Urzúa no dudó en soltarle el golpe públicamente y a sabiendas de las graves consecuencias que vendrían de inmediato en lo económico, hasta que el Presidente salió al quite para tranquilizar las aguas nombrando de inmediato a su sucesor.
No extraña pues, que esta vez López Obrador no le haya dedicado un cálido mensaje de despedida como lo hizo el 2003.
Seguramente él también quedó decepcionado, dolido y enrabiado por el golpe internacional que Urzúa le soltó.
Porfiado como es y aún con boquetes abiertos en la nave, el Presidente se aferrará a que “vamos requetebién”, aunque afuera la percepción crezca: la 4T amenaza con convertirse en una cena de negros.
Martes negro para AMLO
A propósito de negros, de ese color pintó este martes 9 para el Presidente, que no nada más se desayunó con la renuncia de Carlos Urzúa, sino con un rosario de noticias capaces de desanimar a cualquiera…menos a un optimista revestido de teflón como él.
Ana Gabriela: le siguen tupiendo
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Así pintó el día en los encabezados de algunos diarios nacionales. Vea usted:
En El Universal:
“Cruje la 4T; Urzúa se va por extremismos y conflictos de interés”.
“Renuncia de Urzúa a Hacienda evidencia disputas en el gobierno: Moodys”
En Proceso:
“Coparmex: preocupantes las denuncias de Urzúa; exigimos certidumbre”.
“El director del Fodepar (Conade) se quedó (cuatro días) en el Hilton Garden Inn de NY; costo: 35 mil 978 pesos”
(Música para Ana Gabriela Guevara, que ya no siente lo duro sino lo tupido)
“Funcionaria de Veracruz usa helicóptero oficial para ir a concierto de reguetón”.
(El Gobernador de Veracruz es emanado de Morena).
“Silencio, evasivas y altanería de Ana Guevara en su comparecencia ante diputados”.
“Desfalcos y sobreprecios también infectan al deporte paralímpico”.
En El Economista:“Peso mexicano pierde 43 centavos en menos de 15 minutos, por renuncia de Urzúa a Hacienda”.
“Estados Unidos fija cuotas a importaciones de acero de México”.
“Recomendaciones de la CNDH casi se duplican (en los primeros 6 meses de esta administración)”
En el portal Sinembargo.mx:
“Urzúa renuncia y deja ver pleitos de poder en la 4T; el peso lo paga: el dólar sube 1.97% y llega a 19.27”
“Juez ampara a policías federales inconformes con su integración a la GN, para que sigan cobrando sueldo”.
“Moody’s recorta de nuevo las perspectivas de crecimiento para México a 1.5% en 2020 y 1.2% en 2019”.
“Fonatur acepta que el Tren Maya no tiene aún estudios de uso de vía existente o impacto ambiental”.
“La austeridad de la 4T le arrebata 26% (de presupuesto) al plan que busca salvar a la vaquita marina de la extinción”.
En Excélsior:
Policías federales inconformes mantienen protesta”
Policías federales inconformes mantienen protesta”
(Horas antes, el Presidente había dicho que ya estaba arreglado el problema. Evidentemeente lo mandaron por un tubo).
Con ese panorama informativo, a cualquiera se le entripa el desayuno…menos a López Obrador, porque para eso vamos “requetebien”.
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