Header Ads

CARRUSEL Jacobo Mendoza, en mar picado; nepotismo: el comal le dijo a la olla

Jacobo Mendoza: efecto bumerang

Jacobo Mendoza, en mar picado;
nepotismo: el comal le dijo a la olla

El que nadaba de muertito y de repente apareció braceando en mar picado es el dirigente estatal de Morena, Jacobo Mendoza Ruiz, porque prácticamente para cerrar la semana sus tropas se aventaron dos lances que se le pueden convertir en bumerang.
El primero fue el sainete escenificado en el Congreso del Estado el jueves, donde como en los no muy lejanos tiempos de la oposición banquetera, decidieron reventar la sesión alegando que mediante triquiñuelas y madruguete querían arrebatarles la presidencia de la Comisión Permanente, y el otro fue la denuncia que sus regidores de Guaymas presentaron contra la Gobernadora, por nepotismo.
Pero vayamos por partes, diría Jack el Destripador.
En el caso del Congreso, sería como para tomarlo a chunga de no haber sido tan pedestre el zipizape que los morenistas armaron, incluso tomando la tribuna al ritmo del ya enfadoso sonsonete de “¡Es un honor estar con Obrador!”, como si estuvieran en mítines placeros de campaña y no instalados ya como mayoría al frente de uno de los tres podres del Estado.
Mal se vieron no sólo por las actitudes groseras que asumieron –y lo peor: las damas primero- pues de los gritos pasaron a los manotazos hasta arrebatarle el micrófono a la aún presidenta de la cámara, María Dolores del Río. Nada más les faltó darle un macanazo en la cabeza con él.
Por si fuera poco y en su cara, la diputada morenista Yumiko Palomares le espetó que si llegó a dirigir el Congreso fue ¡por caridad! y nada más le faltó decir que por lástima, porque ella prácticamente no representa a ninguna bancada, con lo cual puso el debate legislativo al nivel del betún, pues hasta ahora uno creía que los augustos señores que ahí despachan tienen el mismo rango.
(A menos que muy a la sorda estén cocinando una reforma a la Ley Electoral, en la que distingan claramente quiénes serán chipocludos titulares dignos de todos los honores, y quiénes serán considerados “pelagatos de retaque” o “de caridad y lástima”, y en todo caso, que vayan avisando).
Palabras más, palabras menos, los morenistas se quejaron de que “en lo oscurito” les manotearon la presidencia de la Permanente donde tenían apuntado a Raúl Castelo, para meter en su lugar a Luis Mario Rivera, del Partido Verde, en la muy pobre exhibición pública de una mayoría quejándose porque la siempre abusiva y raquítica oposición ¡la chamaqueó!
Manotazos en el Congreso: mayoría chamaqueada
Seguramente el sainete no quedará aquí pues el segundo round se pactó para el próximo martes, pero tampoco es garantía de que sea el último, porque según los puristas de leyes y reglamentos, la elección de Rivera fue y seguirá siendo válida, porque al votarse había quorum legal.
Y a menos que este fin de semana le den duro a la negociada para tratar de ganar en la mesa un juego que ya perdieron en la cancha, no se ve cómo podrán parchar la regazón la coordinadora de la bancada, Ernestina Castro Valenzuela, y el propio Jacobo Mendoza Ruiz, que por lo menos debió estar vigilante del partido.
Por si algo les faltara a los Morenistas que llegaron como aplanadora y amenazan con terminar como charanga, en la búsqueda de culpables le echaron el ojo al diputado Luis Armando Colosio, porque desde hace rato le olfatean el tufillo de haber sido “maiceado” desde el palacio de gobierno.
Pa’ pronto lo declararon non grato en la bancada y prácticamente pusieron su militancia en Morena a disposición de la guillotina, que de caer significará que aparte de apaleados terminarán divididos, sobre todo si como dicen los que saben, Colosio es compadre de Alfonso Durazo Montaño.
Si lo decapitan contra la voluntad de éste, malo, muy malo. Y si Durazo dio su VoBo, peor todavía, porque entonces se reforzaría la teoría de que entre los morenistas viene un agarrón de aquellos, con severas purgas de por medio para el que se le atraviese rumbo al proyecto del 2021.
Jalen sillas, señores, porque esto apenas empieza.
El comal le dijo a la olla
En cuanto a la pedrada que desde Guaymas le lanzaron los regidores a la gobernadora Claudia Pavlovich y a otros funcionarios  estatales por incurrir en nepotismo y posible ejercicio indebido del servicio público, bien podría aplicarse aquí el viejo dicho de que “el comal le dijo a la olla”, sin que ello justifique para nada tales conductas.
Claudia Pavlovich: denunciada
En el caso de la mandataria, se habían tardado los morenistas en darse cuenta de que su suegra Margarita Ibarra preside el DIF Estatal –presumiblemente un puesto honorario- y que en la nómina efectiva aparecen como Secretario técnico Jesús Epifanio Salido Pavlovich y como Secretario de Gobierno Miguel Ernesto Pompa Corella, primo hermano y primo político, respectivamente.
Ya picados y en la barra también les pusieron el dedo al presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Francisco Gutiérrez Rodríguez, por emplear como auxiliar jurídica a su hija Karen Lisbeth Rodríguez Martínez y a otros familiares, al magistrado Miguel Ricardo Quintana Tinoco, también por contratar familiares.
De igual manera se incluye al Dr. Félix Hilario Higuera Romero, por tener a su cuñada, Guadalupe Rodríguez como jefa administrativa del hospital Cruz del Norte, y a su sobrino Jesús Gonzales Higuera como jefe de rehabilitación para adictos de Salud Mental en el Estado.
Invocando diversos preceptos legales presuntamente violados, los regidores argumentan ante la Fiscalía Anticorrupción que para un gobernante “es deber abstenerse de utilizar un cargo para obtener beneficios personales de tipo económico, privilegios, favores de cualquier tipo o bien con el fin de beneficiar o perjudicar a terceras personas, pues de lo contrario se estaría afectando la confianza de la sociedad”.
Y sí, suena muy bonito, de no ser porque la propia alcaldesa Sara Valle arrancó su trienio con su cuñado Santiago Luna García como Tesorero Municipal y no hubo poder humano que la hiciera desistir –ni López Obrador pudo cuando la visitó-, hasta que Luna soltó la ubre sólo porque le salió otra más jugosa como delegado de la Profepa, donde no sabe ni la O por lo redondo, pero cayó parado y presto a seguir succionando recursos públicos.
Luego, entre los regidores firmantes de la denuncia aparece Manuel Arturo Lomelí Cervantes, a quien meses atrás se señaló por incrustar en la nómina municipal a su esposa y cuñada como directoras de Recursos Humanos y Desarrollo Social, respectivamente.
Y si abrimos un poco más el abanico, seguramente se le acabará el sexenio a Odracir Espinoza haciéndole al Sherlock Holmes en cacería de parentelas, porque acá en Navojoa Chayito Quintero ha hecho lo que le da su regalada gana, empezando porque al frente del DIF Municipal puso a su hija a cobrar jugoso cheque, o en Etchojoa, donde Judas Tadeo Mendívil metió hasta al perro de su casa en la nómina, o en, y en….
Entonces, se pregunta uno, ¿en cuál atalaya de cristalina e incorruptible moral despachan los que como la zorra no se ven la cola?
A querer y no, éste es otro de los lances de efecto bumerang para la cosecha de Jacobo Mendoza, porque se colige que un escopetazo de ese calibre debió llevar su venia…y si no la llevó es peor, porque entonces evidenciaría que las tribus andan desolotadas y sin control alguno en Morena.
¿Que sería deseable ir a fondo y eliminar de raíz esa lacra del nepotismo, así sea alentado por el mismísimo presidente de la república o la propia gobernadora Claudia Pavlovich? Claro que sí y ojalá se hiciera, si no por temor a sanciones legales, si por lo menos por un compromiso ético, moral, o vaya, ¡por una pizca de vergüenza!
El problema es que nada pasará mientras el comal le siga diciendo a la olla ¡Qué nalgas tan prietas tienes!

No hay comentarios.

Con tecnología de Blogger.
Estamos utilizando cookies para brindarle la mejor experiencia en nuestro sitio web.
Puedes obtener más información sobre las cookies en la sección POLÍTICA DE PRIVACIDAD