CARRUSEL: La alcaldesa de Navojoa: entre las ocurrencias y el fuego amigo

La maestra Chayito Quintero y el “Pollo Layo”: monumento a la incompetencia admitida

La alcaldesa de Navojoa: entre las ocurrencias y el fuego amigo 

Dicen que segundas partes nunca fueron mejores, amable lector, lo que bien puede aplicarse al caso de la maestra Chayito Quintero en Navojoa, emboletada por espirituados “asesores” en la llamada “gira de agradecimiento” por las comunidades del municipio.

Para empezar, la alcaldesa y su equipo incurren en una mala e inútil copia del recorrido de Andrés Manuel López Obrador por el país, con el lamentable contraste de que el tabasqueño lo hace emitiendo anuncios concretos –quizá no todos realizables, pero anuncios al fin- como para que sus electores se convenzan de haber elegido al mejor, mientras acá en Navojoa los nuevos gobernantes parecen haberse metido en el túnel del tiempo, pues prácticamente siguen en campaña.

El recorrido de la señora alcaldesa quizá pasaría como mera ocurrencia, de no ser porque, primero, ¿no se supone que ya estuvo en ellas y recogió sus necesidades para trazar un plan de gobierno? ¿O todavía no se sienta a elaborarlo?

La gente de esas comunidades donde las carencias apremian, no se explica el objetivo del desfasado “placeo” politiquero, cuando lo que demandan son soluciones a una problemática que a estas alturas doña Chayito ya debe manejar al derecho y al revés, sobre todo cuando se ofreció como una alternativa capaz de dar respuesta a dichas necesidades.

Tradicionalmente los alcaldes se quejan de lo corto que resulta un trienio para trabajar –y eso si no se aceleran y tiran el arpa antes para buscar otra liana- como para que encima lo desperdicien de esa manera.

Los electores no esperan ni suspiran por un agradecimiento. Si votaron por los hoy ganadores es para que se pongan a chambear de inmediato, no para seguir quemando pólvora en cuetitos de festejo. Eso quedó atrás, pero aquí no se les ve apuro, aun a sabiendas de que el tiempo es oro y pasa volando.

Encima, como ya se ha comentado, se vinieron en cascada preocupantes ejemplos de intolerancia y autoritarismo que ya derivaron en la caída de un funcionario de Oomapas, señalado como abierto represor de quienes disienten de la alcaldesa.

Por si fuera poco, a ese asunto se le sumó también el desalojo mediante la fuerza pública de la invasión asentada cerca del panteón municipal, donde según el dirigente de los precaristas, hasta balazos hubo, un extremo peligrosísimo, máxime cuando los invasores aseguran habérsela jugado con Morena en la campaña y las urnas.

Y si así se trata a los aliados, ¿qué trato pueden esperar quienes no compartieron su causa?

Hasta hoy no se ven proyecto concreto ni rumbo, y sí en cambio ocurrencias como esa de ensalzar- calificándolo como “inédito e histórico en Sonora”- el programa para que la ciudadanía ¡adopte baches!, cuando en justicia deberían erigirle un monumento, pero a la incompetencia reconocida por la propia autoridad.

Si la maestra tiene fama de obstinada, las cosas se ponen peor conociendo cómo se las gasta el secretario del ayuntamiento y ex alcalde de Etchoja, Guadalupe Morales Valenzuela, de reconocida reputación como populista y experto en “meterle aire” al más ecuánime.

El riesgo es que la maestra no sólo se encierre en una burbuja triunfalista donde verá todo color rosita, sino que encima preste oídos a lambiscones ladinos y convenencieros -por la misma línea de Guadalupe Morales se mueve también Martín Soria Rivera-, prestos para aplaudirle a rabiar cualquier ocurrencia o disparate, como ya está pasando con la adopción de baches.

Al secretario de la comuna incienso le hace falta para quemarlo al paso de la maestra atribuyéndole desde ya dotes extraordinarias como “gestora” de soluciones cuasi mágicas como inmediatas, como el arreglo del auditorio Cívico, a sabiendas de que esa fue obra del gobierno del estado. Y de ahí en fuera, párele de contar, amigo lector, porque no se ve nada que camine y dé resultados a corto plazo.

Ojalá la maestra se siente a reflexionar en serio y a fondo –alejada de “asesores” de tal calaña-, porque el tiempo no perdona y se le está yendo como agua entre los dedos. Y aquí lo de menos es que pierda ella: van a salir perdiendo todos los navojoenses que se esperanzaron con ella.

Además, el fuego amigo

Por si algo faltara y no trajera suficientes fierros en la lumbre, la maestra Quintero se abrió ella solita un nuevo frente, por donde le están tupiendo fuego amigo.

Resulta que, con la aviada del festejo desbocado, a la señora se le olvidó que primero debe dar resultados y después entrarle al juego de las apuestas de un futurismo tan electorero como inútil, porque de golpe y porrazo se soltó “destapando” a la petista Ana Gabriela Guevara para la gubernatura de Sonora, lo que obviamente hizo parar las orejas de los Morenistas alineados al bando de Alfonso Durazo, de quien dicen ya la trae atravesada.

Mal augurio, pues, si además se le añade el hecho de que la maestra presume haber triunfado por ella sola y por su trayectoria labrada en el PAN, no por López Obrador, una herejía del tamaño del país, porque sin el jalón del tabasqueño son “algunitos” los que no hubieran ganado ni en una elección de kermés de barrio.

Ese es otro factor que trae enchilados a los del ala radical de Morena, que ya la etiquetan como malagradecida. Esas ya son palabras mayores...

Esperaremos a ver qué sigue, amble lector, pero de que vienen más capítulos de un zafarrancho ya cantado, claro que vienen…